Para Maimonides, el objeto de la religión y de la filosofía es el conocimiento de Dios, por eso es necesario poner de acuerdo los principios y resultados de ambas, la forma en la que este filosofo trata de reconciliar estas dos es aludiendo una conciliación entre el sentido literal de las escrituras y las verdades de la razón, acudiendo a significados alegóricos en caso de conflicto entre estas dos, quienes conocen esta necesidad se encuentran desconcertados porque no saben la manera de hacerla compatibles entre estas.
Tambien afirma que, de Dios se puede decir lo que no es, pero no se puede decir lo que es, esa esencia divina es inaccesible, aunque no lo son sus efectos.
Aunque polémicas sus ideas, en las que se le tildo de racionalista, sus obras fueron comentadas y de gran influencia para teorías siguientes en la historia como las de Tomas de Aquino.